José Manuel Ballester (Madrid, 1960) lleva a cabo desde 1998 un trabajo específicamente con fotografía, en el cual la voluntad manipuladora y transfigurada de la realidad tomada se lleva a cabo no sólo en la mediación del artista detrás de la cámara, sino, y en la misma intensidad, mediante la iluminación posterior, o bien a través de manipulaciones digitales.
Las fotografías en gran escala recrean espacios interiores arquitectónicos, a menudo misteriosamente deshabitados y anónimos. Ballester acentúa elementos y formas a través del color para crear nuevas composiciones asombrosas. Las fotografías se nutren de la ambigüedad entre fotografía y pintura, alcanzando una belleza melancólica formalmente evocadora.
Además, en su página se puede ver su obra pictórica y escultórica, no menos sorprendente.